Según la americana Gallup, los equipos profesionales dicen que el 80% de sus líderes no les suma en absoluto. Esto quiere decir que si actualmente estás liderando un área de responsabilidad dentro de tu empresa es muy probable que seas visto más como un estorbo que como una ayuda.
Gallup también cuenta que en los últimos 20 años esta cifra ha mejorado en 3 puntos absolutos. Esto quiere decir que siguiendo la mejora actual dentro de poco más de 500 años seremos los jefes que nuestros equipos se merecen… o podemos empezar a cambiar, todos nosotros ¿qué os parece mejor?
El experto en liderazgo James Hunter lo define como la capacidad de conseguir que el equipo quiera perseguir con entusiasmo el objetivo que marca la empresa. El equipo debe querer, nadie le manda. ¿Cuántos de nosotros estamos consiguiendo que nuestros equipos quieran lo mismo que nosotros queremos? ¿Notamos cómo luchan por ello y se sienten tan responsables como nosotros? ¿Notamos su altísima implicación?
La realidad, de nuevo según estadísticas Gallup, es que sólo el 15% de nuestros colaboradores se sienten altamente implicados. Esto no funciona, parece que no lo estamos haciendo demasiado bien, las cifras son de lo más negativas.
Este es un tema que desde hace tiempo me obsesiona. Personalmente tengo mucho que mejorar pero soy plenamente consciente de ello y trabajo activamente para que esto cambie. Este no es un objetivo más para mi, este es mi gran prioridad. Si mi colegas están implicados y trabajan en equipo persiguiendo el cumplimiento de nuestro plan estratégico, ¿qué más nos hace falta? Nada más, llegados a este punto las cosas salen solas.
Éste es el liderazgo Omega, el equipo siempre por delante de tus intereses personales:
1. Esto no va de ti (ni de mi). Deja de pensar en ti mismo y en tu carrera profesional a corto plazo y empieza a priorizarles a ellos. Por cierto, sin ellos nunca harás carrera.
2. Nadie quiere a un jefe potente y crack, alguien que lo sabe todo y nunca se equivoca, eso lo quieres ser tu. Queremos a alguien próximo, que nos entiende y nos ayuda a crecer y ser mejores. Es muy distinto. No reforcemos más nuestro ego.
3. Los equipos, para ser tales, necesitan seguridad. Esta frase es importante: Vigila como actúas, es importantísimo que noten que pueden equivocarse sin riesgo.
4. Para crear seguridad es básico que des ejemplo de vulnerabilidad. Esta es la clave, un jefe vulnerable crea seguridad y autenticidad en sus equipos. De nuevo, no priorizes tu imagen, prioriza el equipo.
¿Qué os parece? ¿Crees que puedes aplicártelo? ¿Qué puedes hacer al respecto? ¿En qué punto se encuentra tu equipo?
Yo personalmente estoy en ello, y me encantaría contar con tu opinión y experiencia, ¿me ayudas? Mientras voy a ir preparando una serie de medidas concretas para sumar en ‘seguridad’ y ‘vulnerabilidad’, os las expongo en unos días…
Gracias por leerme!
Artículo de Sergi Mussons, Director de QRM Institute Spain
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